Aggretsuko o Agressive Retsuko es la nueva serie animada de Netflix basada en el personaje kawaii de Sanrio. Una panda roja de 25 años que de día trata de sobrevivir en el ambiente laboral y de noche se desahoga en el karaoke.
Sanrio es, por excelencia, la casa de los personajes kawaii y creadora del famosísimo personaje Hello Kitty. Además, quien no haya tenido un llavero o un cuaderno de ella, definitivamente no tuvo infancia. Con Retsuko, Sanrio continua con su marca pero hace una nueva apuesta hacia el público millennial. Es decir, un público descontento y enojado frente a las situaciones cotidianas de la vida como la política laboral, el sexismo, la economía individual y los fracasos emocionales y, porque no, todo esto con una dosis de heavy metal.
Debutó en el 2016 con una miniserie, del mismo nombre, que consistía en 100 cortos de 1 minuto donde mirabas a Retsuko, la protagonista, en su lucha por sobrevivir en el ambiente laboral y personal. A su vez, el gigante Netflix se unió a la apuesta y, en abril del 2018, lanzó una temporada de 10 episodios basada en los cortos de Sanrio. La serie ha sido renovada y se espera su segunda temporada el siguiente año.
Son solo 10 episodios de 15 minutos cada uno, pero logran plasmar la típica vida y los típicos problemas de cualquier millenial. Son estas situaciones con las que es tan fácil identificarse que lograron que Retsuko se volviera un éxito. En el mercado de anime actual, se puede encontrar shonnen, shoujo y sci-fi, pero un anime con temas tan mundanos como los toca Retsuko desde ángulos fatalistas y optimistas al mismo tiempo, nunca se había abordado.
El anime comienza con la protagonista recién empleada, optimista y emocionada por el futuro. Sin embargo, pasados 15 segundos y sin que ella lo imagine, hacemos un fastforward de 5 años a una Retsuko de 25 años, oficinista, soltera y cansada, buscando fuerzas para levarse de la cama en medio de un apartamento repleto de ropa sucia, latas de cerveza y takeout sushi. Hace una cuenta regresiva, respira hondo y en medio de la música metal empieza el día, se sube al metro en hora pico y la rutina diaria tan solo empieza. Durante la jornada laboral sobresale su relación con sus superiores y el sexismo que sufre en la oficina. Su jefe es un cerdo, literalmente, quien le atribuyen trabajos “femeninos” como limpiar los escritorios, hacer el té, como también recordarle que no es buena para ser ama de casa, esposa o mujer. Estos comentarios la hacen estallar, pero logra controlarse lo suficiente para parecer una empleada “linda y obediente”. Se preguntarán, ¿a dónde se fue todo ese enojo? Tan solo puede desahogarse cantando a todo pulmón heavy metal cuando se encuentra en la soledad del baño o en la oscuridad del karaoke de la esquina al cual asiste todas las noches como parte de su rutina. El karaoke se vuelve un santuario para gritar, tomar cerveza y desahogar las penas siendo plenamente ella misma.
Conforme transcurre la hisotria, vemos a Retsuko luchando contra una dualidad e inclusive una doble vida; la oficinista kawaii, obediente y trabajadora, y la que odia ser abusada por tener una apariencia kawaii y ama el heavy metal. A lo largo de la temporada podemos ver principalmente su desarrollo y crecimiento como personaje y con entorno cuando conoce a las más respetadas y aclamadas boss ladies. Gori, la gorila y la directora del área de Mercadeo y Washimi, el ave secretaria del presidente de la compañía. El karaoke se vuelve un lugar de reunión entre mujeres, donde hablan y se aconsejan, al contrario del solitario y oscuro lugar donde Retsuko cantaba sola al principio. Ellas la aconsejan cómo moverse dentro de la oficina y la motivan a enfrentarse a sus jefes: Tsubone; la dragona de Komodo, supervisora del área y al Director Ton; el cerdo, director del área de contabilidad. El resto de los personajes son tan familiares que cualquier parecido a la realidad es coincidencia. Tsunoda, la gacela aduladora, que coquetea con el director, Komiya; el suricato chupamedias que sigue al director a todas partes y Kabae, la hipopótamo, máquina de chismes de la oficina. Además, conocemos a Puko; la puma, compañera de universidad que decide no trabajar, Fenneko; la conejo, la colega más cercana y adicta a las redes sociales, y Haida; una hiena macho que se enamora perdidamente de Retsuko.
Netflix puede que haya tomado la serie, pero se agradece que haya mantenido la producción y animación japonesa original. Si el tema de la serie es la dualidad de la vida de la protagonista, entonces la música y animación no se quedan atrás. Por un lado, la animación es un tanto estática y las expresiones un poco planas, pero lograron mantener la estética tierna que caracteriza a Sanrio. Pero, la serie no amerita solamente de una animación linda no hay que olvidar que, después de todo, la protagonista es una metalera. En los momentos que Retsuko estalla y grita heavy metal, la animación cambia, el ambiente kawaii se desvanece, los colores cambian, la guitarra eléctrica comienza a sonar, le crecen los colmillos, aparece un maquillaje estilo Kiss y el símbolo de furia se asoma en su frente. Sus gritos metaleros son un alivio y rompen la monotonía de la música tranquila. El screamo es increíble, sobre todo de verse la serie en doblada en inglés. El problema que tiene el doblaje japonés es que las palabras del screamer son indistinguibles, pero esto no quita la emoción de oír esporádicamente una furiosa guitarra eléctrica y el rápido sonido de la batería.
¿Recomiendo Aggretsuko? ¡Claro que sí! Acepto que la animación e imagen general del anime no agrade a todos, pues sigue teniendo el toque lindo, tierno y kawaii, pero los temas que trata son tan familiares y a la vez profundos; como lo son el sexismo, el fracaso laboral y la expresión personal. Cualquiera que quiera ver su vida retratada en un anime de una forma optimista y con un toque de comedia debería darle una oportunidad a este anime.
Y ¿por qué no?, el heavy metal de Retsuko tampoco es mala recomendación musical, tal vez todos debamos ir a un karaoke y cantar heavy metal de vez en cuando.
Rocío S.
